El Centro Residencial Familiar del Sur de Texas, ubicado en Dilley, reabrirá por orden del gobierno de Estados Unidos. La instalación será administrada por la empresa privada CoreCivic.

El establecimiento, con capacidad para dos mil 400 personas, ha sido utilizado por administraciones anteriores para la detención de familias migrantes.

Durante la administración del expresidente Barack Obama, el lugar alojó a familias centroamericanas que cruzaban la frontera de manera irregular, y la primera administración de Donald Trump continuó con este propósito. Sin embargo, en 2021, el exmandatario Joe Biden eliminó la detención familiar, y el sitio pasó a albergar solo adultos hasta su cierre en agosto de 2024.

El nuevo contrato con el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) permitirá que la instalación vuelva a asilar familias migrantes. Este acuerdo, que se extenderá hasta marzo de 2030, generará aproximadamente 180 millones de dólares anuales. La reapertura generará ingresos significativos para la ciudad y el estado.

No obstante, algunos grupos de derechos humanos han expresado su descontento por la privatización del sistema de detención migratoria y el uso de fondos federales para expandir estas áreas. Además, el centro ha sido criticado por deficiencias en la atención médica y el acceso a servicios básicos, según denuncias de diversas agrupaciones.

(CAGG)