El Papa Francisco volvió a aparecer públicamente este domingo para la tradicional bendición Urbi et Orbi en el balcón de la Basílica de San Pedro, en el Vaticano. Esta fue su primera comparecencia tras ausentarse de los ritos de Semana Santa debido a su recuperación de una neumonía bilateral.
Con una aparente dificultad al hablar y permaneciendo en silla de ruedas durante todo el evento, el pontífice argentino condenó la violencia y los conflictos en el mundo, y destacó la "carrera de rearme" como un problema global. Además, hizo un llamado a usar los recursos para combatir el hambre y ayudar a los necesitados en lugar de destinarlos al armamento.
Anteriormente, recibió al vicepresidente de Estados Unidos, JD Vance, en su residencia para un breve saludo. Tras finalizar la homilía, el Papa recorrió la Plaza de San Pedro en el papamóvil, deteniéndose para bendecir a niños y saludar a los fieles.
(CAGG)