La fiscal general de Estados Unidos, Pam Bondi, anunció este martes el decomiso de 3 millones de pastillas de fentanilo y más de 11 kilogramos de fentanilo en polvo, en lo que calificó como una de las mayores confiscaciones en la historia del país.
Además, informó sobre el arresto de 16 integrantes del Cártel de Sinaloa, incluido su presunto líder, Alberto Salazar Amaya, quien operaba desde Salem, Oregón. Los detenidos enfrentarán cargos federales, y de ser condenados, podrían recibir sentencias de prisión prolongadas sin posibilidad de deportación.
Bondi también detalló el decomiso de 35 kilogramos de metanfetamina, 7.5 kilogramos de cocaína y 4.5 kilogramos de heroína, además de 49 armas de fuego, entre ellas armas fantasmas y modificadas para disparo automático. Junto con los estupefacientes, las autoridades confiscaron 5 millones de dólares en efectivo.
Esta operación, que abarcó Nuevo México, Arizona, Nevada, Utah, Oregón y Colorado, evidencia la amplia red de distribución del cártel. Bondi calificó el golpe como "la victoria más significativa" en la lucha contra el tráfico de fentanilo, una sustancia que ha provocado miles de muertes por sobredosis en Estados Unidos.
Durante la rueda de prensa, se confirmó que el fentanilo decomisado fue fabricado en México con precursores químicos provenientes de China, lo que refuerza la preocupación de las autoridades sobre el tráfico internacional de drogas y el suministro de sustancias ilícitas a los grupos criminales.
(CAGG)