La Organización de las Naciones Unidas (ONU) calificó como una “década perdida” la situación de derechos humanos en Corea del Norte, donde las libertades básicas están severamente restringidas.
Volker Türk, un alto comisionado, advirtió que el régimen de Kim Jong-un impone leyes represivas y un sistema de vigilancia que controla hasta los actos más cotidianos.
El informe documenta campos de detención política, desapariciones masivas y trabajo forzado de huérfanos y familias en minas y obras.
También señala la pena de muerte por difundir series extranjeras y el uso de tecnología para reforzar el aislamiento y la impunidad.
(CAGG)