La Organización de las Naciones Unidas (ONU) advirtió que el consumo global de drogas alcanzó los 316 millones de personas en 2023, equivalente al 6 % de la población entre 15 y 65 años. Su informe anual destaca el crecimiento acelerado de estupefacientes sintéticos, sobre todo en Asia, África y América del Norte.
El cannabis continúa siendo la droga más usada, con 244 millones de consumidores. Sin embargo, preocupa el repunte de opioides como el fentanilo, responsable de miles de muertes por sobredosis. Tan solo en este 2025 se identificaron 56 nuevas sustancias psicoactivas.
También se reportó un aumento del consumo en adultos mayores y una baja cobertura de tratamientos, especialmente entre mujeres. El organismo criticó que las estrategias punitivas aún predominen, obstaculizando políticas de salud pública más eficaces.
El narcotráfico, advierte la ONU, trasciende el plano individual: desestabiliza economías, financia conflictos armados y debilita instituciones democráticas. Los grupos criminales han aprovechado la inestabilidad global para expandirse, afectando sobre todo a comunidades vulnerables y desplazadas.
Ante este panorama, la ONU exige una inversión decidida en prevención, alternativas económicas y cooperación internacional. Esto implica no solo campañas educativas, sino políticas estructurales que aborden causas como la pobreza y la exclusión social.
El auge de las drogas sintéticas —más baratas, potentes y fáciles de producir— ha transformado el mercado global, exigiendo respuestas más ágiles, coordinadas y sostenidas.
(CAGG)