La Comisión Europea impuso una multa de casi 3 mil millones de euros a Google, subsidiaria de Alphabet Inc., tras concluir que abusó de su posición dominante en el mercado de publicidad digital. Según el organismo, la firma otorgó ventajas indebidas a sus propias plataformas, afectando la competencia y perjudicando a otros actores del sector. Además del castigo económico, se le ordenó detener inmediatamente estas prácticas.

Teresa Ribera, comisaria antimonopolio de la Unión Europea, justificó la decisión afirmando que los poderes públicos deben intervenir cuando los equilibrios económicos se ven comprometidos.

Destacó que la equidad en el entorno comercial requiere condiciones imparciales, donde los consumidores puedan elegir sin interferencias provocadas por grandes corporaciones.

Desde Estados Unidos, la respuesta no se hizo esperar: la administración del presidente Donald Trump expresó descontento con lo que considera una medida proteccionista disfrazada de regulación. Google, por su parte, anunció que apelará la resolución, argumentando que podría perjudicar a miles de negocios europeos que dependen de sus servicios para generar ingresos sostenibles.

(CAGG)