Un hombre estadounidense acudió a emergencias por manifestar presión alta y recibió una factura de 41 mil 297 dólares, pese a que ya había alcanzado su deducible de 4 mil 400.
Sin embargo, no hubo cirugía ni hospitalización, sólo estudios básicos y breves visitas médicas, algunas cobradas hasta en 800 dólares. El desglose incluyó 17 mil en análisis de sangre y 11 mil por ingresar a urgencias.
El caso se volvió viral y expone las fallas del sistema de salud norteamericano: costos inflados, escasa regulación y aseguradoras que no protegen al paciente.
(APHA)