Una nueva ronda de aranceles del 50 % será añadida a las tarifas comerciales de China por parte del gobierno de Estados Unidos a partir de la medianoche de este miércoles (hora local de Washington). Esta medida incrementará la deuda comercial de China hasta un 104 %, según informó Karoline Leavitt, portavoz de la Casa Blanca.
El objetivo de esta decisión es equilibrar las relaciones comerciales entre ambos países y proteger la economía estadounidense. Además, se prevé que tenga un impacto significativo en el comercio internacional y en las negociaciones futuras entre ambas naciones.
Leavitt destacó que China se “equivocó” al responder a estos gravámenes, pero también afirmó que Beijing “quiere” y “tiene” que llegar a un acuerdo con Washington.
En cualquier escenario, la portavoz subrayó que Trump está dispuesto a ser “increíblemente generoso” si China decide sentarse a negociar, ya que considera que sería “lo mejor para el pueblo estadounidense”.
Por su parte, el presidente Xi Jinping afirmó que se mantendrá firme frente a las nuevas amenazas, y acusó a la administración de su homólogo americano de extorsión.
(CAGG)