El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, emprendió este domingo un viaje diplomático a Israel y Egipto, en lo que calificó como un “momento muy especial” para avanzar en el acuerdo de alto el fuego en Gaza.
A bordo del Air Force One, que despegó bajo lluvia ligera desde la Base Conjunta Andrews, Trump viaja acompañado por el Secretario de Estado, Marco Rubio; el secretario de Defensa, Pete Hegseth; y el jefe de la Agencia Central de Inteligencia (CIA), John Ratcliffe.
La visita ocurre mientras Israel y Hamás implementan la primera fase del acuerdo impulsado por Washington, que contempla la liberación de rehenes, la excarcelación de prisioneros palestinos, el retiro parcial de tropas israelíes y el aumento de ayuda humanitaria.
Trump fue invitado a dirigirse al parlamento israelí, y posteriormente encabezará una cumbre en Egipto junto al presidente Abdul Fatá el Sisi, con líderes de más de 20 países.
La Casa Blanca afirma que el viaje busca consolidar una tregua y reactivar los Acuerdos de Abraham, que normalizaron relaciones entre Israel y varios países árabes. El mandatario también propone un centro de coordinación civil-militar liderado por Estados Unidos para facilitar la reconstrucción de Gaza.
No obstante, Israel ha insinuado que retomará operaciones militares si Hamas no cumple con el desarme, mientras el grupo miliciano, aunque debilitado, mantiene presencia en Gaza.
La comunidad internacional observa con cautela. Israel enfrenta acusaciones de genocidio ante tribunales internacionales, mientras la creación de un Estado palestino sigue siendo una posibilidad remota.
Trump confía en que países árabes ricos contribuirán a la reconstrucción. El éxito de esta misión podría redefinir el mapa diplomático de Medio Oriente.
(CAGG)