Durante un picnic del 4 de julio en la Casa Blanca, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump firmó su polémica ley fiscal denominada “One Big Beautiful Bill Act”, un extenso paquete legislativo de más de 900 páginas que extiende los recortes fiscales iniciados en su primera administración de 2017 y establece nuevas medidas presupuestarias.

La firma se realizó ante familias militares, líderes republicanos e integrantes de su gabinete en medio de un espectáculo aéreo con bombarderos B-2.

La ley incluye la eliminación de impuestos sobre propinas, incremento en deducciones estatales y locales, y un aumento de 150 mil millones para seguridad fronteriza y defensa. También contempla recortes graduales a programas como Medicaid y a incentivos para energías renovables, así como un aumento del techo de deuda por 5 billones de dólares.

Dicho proyecto fue aprobado por el Senado tras un empate de 50 votos a favor y 50 en contra, siendo desempatado con el sufragio decisivo del vicepresidente JD Vance. Dos días después, en la Cámara de Representantes se avaló por 218 votos a favor y 214 en contra, tras intensas negociaciones.

La oposición demócrata criticó la ley por considerar que millones perderán cobertura médica y asistencia alimentaria.

Con la firma de esta legislación, Trump no sólo celebra el Día de la Independencia, sino también la consolidación de su visión económica durante su segundo mandato. Mientras republicanos apegados a su agenda destacan los beneficios para empresarios y familias trabajadoras, la oposición advierte consecuencias sociales profundas. El debate sigue abierto y marcará el rumbo de las próximas decisiones presupuestarias en Estados Unidos.

(CAGG)