En medio de las crecientes disputas comerciales entre México, Estados Unidos y Canadá, el presidente estadounidense, Donald Trump, afirmó este martes que el Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC) no está "muerto", pero planteó dudas sobre su necesidad en su forma actual. La declaración se dio durante una reunión con el primer ministro canadiense, Mark Carney, en la Casa Blanca.
El acuerdo será revisado obligatoriamente en julio de 2026, seis años después de su entrada en vigor. Trump reconoció que el tratado ha sido efectivo, pero sostuvo que no ha sido respetado plenamente por los países involucrados. Asimismo, reiteró que el T-MEC representó una mejora respecto al Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), al que calificó como el "peor acuerdo comercial" en la historia de la Unión Americana.
Aunque el T-MEC ha cumplido su propósito inicial, Trump dejó abierta la posibilidad de no renovarlo si los socios no cumplen con sus cláusulas. En caso de no acordarse una extensión, el tratado expiraría en 2036. Si se pacta su continuidad, se extendería por otros 16 años.
El mandatario ha expresado su inconformidad con el desempeño de México y Canadá en áreas clave como el comercio agrícola, las reglas de origen para la industria automotriz y la propiedad intelectual, lo que podría llevar a una renegociación más estricta.
Por otro lado, el primer ministro canadiense, Mark Carney, aprovechó la reunión para enviar un mensaje claro: "Canadá no está a la venta y nunca lo estará." Carney comparó la soberanía de su país con propiedades icónicas que "nunca están en venta", como el Palacio de Buckingham.
Aunque reconoció la postura de Carney, Trump respondió con un "nunca digas nunca", subrayando que Washington es el principal proveedor de equipo militar para Canadá y que su relación comercial es clave para ambos países.
(CAGG)