La Corte Suprema de Estados Unidos analiza si los tribunales menores pueden bloquear el decreto presidencial de Donald Trump, que busca eliminar la ciudadanía por nacimiento para hijos de migrantes en situación irregular o con visas temporales.
Firmado el 20 de enero, la orden busca redefinir el alcance de la Enmienda Catorce, que ha garantizado la ciudadanía automática a los nacidos en suelo estadounidense por más de 150 años. La medida ha generado una fuerte polémica, con opositores señalando que viola derechos fundamentales establecidos en la Constitución.
Tribunales en Maryland, Massachusetts y Washington han bloqueado la implementación de la orden, argumentando su posible inconstitucionalidad. Sin embargo, la Corte Suprema, con una mayoría conservadora de seis jueces, estudia si las suspensiones deben aplicarse sólo a los demandantes o a nivel nacional.
En defensa de su decreto, Trump ha declarado que la ciudadanía por nacimiento se estableció originalmente para los "bebés de los esclavos", no para los inmigrantes actuales. Además, ha criticado el sistema migratorio de su país, calificándolo de "estúpido" por permitir la nacionalización automática de hijos de extranjeros.
El jefe de Estado también ha mencionado que la Guerra Civil terminó en 1865 y que la citada enmienda fue aprobada poco después, insinuando que su propósito no era beneficiar a inmigrantes en tiempos modernos. Según Trump, el sistema actual permite que ciudadanos de América del Sur y otras regiones obtengan la nacionalidad sin restricciones, lo que en su opinión debe ser revisado.
El fallo de la Corte Suprema será clave para definir el futuro de la ciudadanía por nacimiento y podría marcar un precedente histórico en la legislación migratoria estadounidense.
(CAGG)