El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, anunció el inicio de la segunda fase del plan de paz para Gaza, aunque advirtió que aún queda trabajo por hacer, en alusión a que Hamás no ha entregado a Israel todos los cuerpos de los rehenes fallecidos.

El pasado viernes entró en vigor el alto el fuego, marcando el comienzo de la primera etapa del plan impulsado por Trump para la Franja de Gaza. Esta fase contempla el cese de los ataques, la liberación de veinte cautivos con vida a cambio de prisioneros palestinos y la retirada de las tropas israelíes.

El acuerdo también establecía la devolución de los restos humanos de las víctimas; sin embargo, el grupo islamista entregó únicamente cuatro de los veintiocho cadáveres, lo que ha generado mayor tensión entre ambas partes.

La segunda etapa del plan prevé la desmilitarización del territorio, el despliegue de una fuerza internacional de estabilización y la implementación de un programa de reconstrucción con el respaldo de países árabes.

Por su parte, la Organización de las Naciones Unidas (ONU) informó que los pasos fronterizos entre Israel y Gaza permanecen cerrados, e instó tanto al Gobierno israelí como a Hamás a cumplir los acuerdos del alto el fuego para permitir el ingreso de ayuda humanitaria.

El organismo solicitó un suministro constante de combustible y gas, seguridad para los convoyes, la reparación de la infraestructura esencial, protección del personal de socorro, facilidades para las organizaciones no gubernamentales (ONG) y fondos inmediatos que aseguren la continuidad de las operaciones de auxilio en la zona.

(CAGG)