Las afectaciones provocadas por el desfogue de un venero ubicado dentro de una construcción continúan en el Barrio Antiguo de Monterrey, Nuevo León, a pesar de las numerosas denuncias presentadas por vecinos del centro desde junio de 2024.
A un año del inicio de esta problemática, se constató que el desperdicio de agua persiste y sigue sin ser atendido por las autoridades competentes.
Es en el cruce de las calles Valentín Gómez Farías y Mariano Matamoros, donde se localiza la complicación en la cual un tubo de PVC de seis pulgadas realiza el desagüe que fluye hasta la calle Florencio Antillón hasta desembocar en una alcantarilla.
En un recorrido realizado por el ESCUADRÓN MÓVIL, a través de las imágenes del GAMADRON 2, se comprobó que el agua proviene del fondo de un pozo y es conducida por los tubos hacia la vía pública.
Además, se verificó que el vital líquido no cuenta con color ni olor alguno, tanto que hasta simula un río cristalino sobre la carpeta asfáltica. El ducto cierra durante el día desde las 7:00 horas, pero por la noche lo vuelven a activar.
El pavimento permanece constantemente encharcado, lo que podría derivar en afectaciones a largo plazo, como la formación de baches, así como el deterioro de la carpeta asfáltica.
A pesar del tiempo transcurrido y de que ya se ha cumplido un año desde la primera denuncia, las autoridades de los tres niveles de gobierno, así como diversas dependencias, han hecho caso omiso al problema, dejando a los vecinos no solo sin una solución, sino con una megafuga de agua.
(APHA)