A partir de este fin de semana, el gobierno de Venecia cobrará, por segundo año consecutivo, un impuesto de llegada a los turistas que visitan por un día la ciudad de los canales.
Con la medida se pretende combatir el exceso de turismo que, según las autoridades, pone en riesgo el estatus de Patrimonio Mundial de la Humanidad de la UNESCO. De cinco a 10 euros (aproximadamente 6 a 11 dólares) es lo que se cobrará a los visitantes que no pernoctan en el lugar para ingresar al centro histórico durante el segundo año de vigencia.
(APHA)