El Día de la Independencia de Estados Unidos, también llamado como el cuatro de julio, alusivo a la celebración de su Declaración en 1776, cuando las trece Colonias proclamaron su separación del Imperio Británico, en Filadelfia, Pensilvania. Aunque la votación para independizarse ocurrió el 2 de julio, el Congreso Continental aprobó y adoptó oficialmente el cuatro, fecha que quedó marcada en la historia y es celebrada desde 1870 a nivel nacional.
El acta fue redactada principalmente por el expresidente Thomas Jefferson, en respuesta a las restricciones impuestas por la corona de Gran Bretaña y se basó en ideas ilustradas sobre los derechos humanos y la autodeterminación.
El 4 de julio es un día feriado federal en el que cierran oficinas gubernamentales y se realizan eventos públicos con un fuerte contenido patriótico desfiles, conciertos, partidos de béisbol, espectáculos de fuegos artificiales. Las decoraciones y las vestimentas suelen tener los colores de la bandera, rojo, blanco y azul.
Algo curioso e histórico es que John Adams y Thomas Jefferson, firmantes de la Declaración y expresidentes, murieron en la misma fecha, pero en 1826, en su 50 aniversario. Así como James Monroe, otro expresidente, en 1831. Al contrario, Calvin Coolidge, el único mandatario nacido el cuatro de 1872.
Las celebraciones más grandes se realizan en ciudades como Nueva York, Washington D.C., Boston, San Francisco, San Diego y Chicago. Cabe resaltar que la venta de fuegos artificiales y su uso están regulados en varios estados por razones de seguridad.
Durante la semana son momentos con más movilidad en Estados Unidos, ya que muchas personas aprovechan para viajar o reunirse.
(APHA)