Monterrey.- Para conmemorar los cien años de la independencia de México, el entonces presidente Porfirio Díaz pidió que en varias partes del país fueran colocados distintos monumentos, y así fue como a Monterrey llegó El Arco de la Independencia.
Ubicado en la calle Pino Suárez, la obra comenzó a ser construida en 1908, durante la gestión del gobernador Bernardo Reyes, y se inauguró dos años después en una ceremonia vistosa.
La obra, diseño del arquitecto británico Alfred Giles y de Pedro Cabral, fue inaugurado el 15 de septiembre de 1910 en dos calles que tenían una amplia relación con el porfiriato: Unión y Progreso.
Giles fue muy popular en el Monterrey de finales del siglo XIX y principios de XX, ya que también participó en la creación de sitios tan emblemáticos como La Reinera, El Banco Mercantil y el Casino Monterrey.
Originalmente, la obra sería muy distinta al monumento que se conoce en la actualidad, pero por distintos motivos, tuvo que ser cambiada a su ya famosa estructura.
El Arco del Triunfo fue en su época un monumento ambicioso por todo lo que implicaba en cuestión de forma, material y altura.
Al simbolizar los arcos triunfo y algarabía, es muy común verlos en distintas partes de la ciudad, incluso en la Alameda se pueden apreciar algunos en su entrada.
El historiador Leonardo Martínez Hernández señala que el Arco de la Independencia es un testigo de hechos importantes, ya que pocos meses después de su inauguración, inició la Revolución mexicana, por este motivo, es importante mantenerlo intacto y en buenas condiciones por ser una pieza valiosa para el país y Nuevo León.
(JCC)