El apagón que dejó sin electricidad a toda España, parte de Portugal y el sur de Francia el 28 de abril, tuvo graves consecuencias humanas y materiales. Se registraron al menos cinco fallecimientos relacionados con el incidente en el país ibérico.

En Taboadela, Ourense, una familia conformada por un matrimonio de 81 y 77 años y su hijo de 56 años perdieron la vida debido a una intoxicación por monóxido de carbono. El trágico hecho ocurrió por la mala combustión de un generador que era utilizado para alimentar un respirador médico.

En Alzira, Valencia, una mujer de 46 años falleció cuando la máquina de oxígeno que necesitaba para respirar dejó de funcionar por la falta de electricidad.

Finalmente, en Carabanchel, Madrid, un incendio provocado por una vela encendida durante el apagón cobró la vida de una mujer de 52 años. Además, trece personas resultaron intoxicadas por el humo generado en este siniestro.

Las autoridades llevan a cabo investigaciones para esclarecer las causas específicas de estos incidentes y determinar las circunstancias en las que el apagón contribuyó a los fallecimientos. También se revisa el uso de generadores y otros dispositivos empleados durante la emergencia.

(CAGG)